
En el transcurrir de los años del último siglo con los avances tecnológicos, producto de investigaciones, descubrimientos e inventos, el conocimiento humado ha evolucionado creciendo de manera ilimitada, modificando hábitos, pensamientos, intereses y comportamientos.
Es así como a comienzos del siglo XX las comunicaciones se basaban en medios escritos, luego llegó la radio, la televisión, la computadora, la fibra óptica, las redes eternet y hacia los años 80 la Internet, a partir de este hecho icónico las redes sociales y un sinfín de herramientas en ambiente web que han revolucionado las comunicaciones y con esto el conocimiento.
Décadas atrás para adquirir el conocimiento se tenía que asistir de manera presencial a los claustros docentes, dentro de ciertos rangos horarios, días específicos de la semana y apoyarse en materiales impresos; hoy en día desde cualquier lugar como la comodidad de casa, la oficina, viajando, etcétera, se puede tener acceso a bases de datos, libros digitales, documentos y muchos elemento más de manera virtual, para adquirir el conocimiento las 24 horas del día, durante los 365 días de año, lo que nos permite aprender de manera autónoma o autodidacta, optimizando el tiempo del día a día al no tener que desplazarse a centro educativos.
Como consecuencia de lo anterior el estudiante de hoy en día, puede programar los tiempos según las condiciones de vida y actividades diarias, ayudando a descongestionar los medios de transportes al ser un usuario menos, a preservar el medio ambiente por no tener la necesidad imperiosa de tener que adquirir material impreso de estudio; adquirir nuevos hábitos y disciplinas y conductas que lo conlleven cumplir con lo necesario para estudiar de manera virtual.